NO ES LO QUE PARECE
Hay cosas que, por mucho que uno le de vueltas, no alcanzan a entenderse. No tenemos dudas, al menos aquellas “muy finitas”, como se definen ahora, sobre que Continental, quiérase o no, es una de las mejores radios del momento.
Hablamos, claro está, de la emisión que llega desde Buenos Aires: inobjetable podría ser el término justo. Salvo que, y ahí entran a tallar los “pero”, que de puro molesto, uno se ponga a buscarle a la cosa algunos detalles.
Entonces, todo no aparece tan diáfano; tan pulcramente “aceitado”. Y ahí saltan los “lunares”, que los hay. ¡ Vaya si están!.
Toda una trayectoria avala a Magdalena Ruiz Guiñazú, sin duda. Pero condicionada por todo aquel marketing que es moneda corriente hoy en día en todos los medios, pierde calidad. Ya no aparece allá arriba, en el podio, porque tanto puede estar sujeta a preanunciar donde se completan cupones para el sorteo de un buen premio (como lo fue tiempo atrás un 0 kilómetro), como a alguna otra promoción de circunstancias, porque la radio (el medio en que trabaja periodísticamente) está en eso… y el “cúmplase” no hace distintos.
Que en ciertas y repetidas ocasiones Víctor Hugo (¡Morales!, obvio, ¿o en quién está pensando usted mientras lee?) se vea obligado a “matear con ‘Piporé’”, hasta que la yerba y la mateada aparezcan más que lavadas, es sólo otra obligación marketinera. Pero…
Sin embargo, no es ese el tema de fondo. También Fernando Bravo, un verdadero “hallazgo” para nosotros, por su solvencia, que ha dejado atrás intervenciones menos sólidas (aunque quizás más rentables, paradójicamente) de otros tiempos, está obligado a algunas concesiones de esa naturaleza. Aparece, aún así, menos condicionado… y para su mejor calificación, le acompaña Alfredo Leuco, que luce con sus comentarios (y así lo ponen de manifiesto las adhesiones que recibe por correo electrónico, sms o los contestadores telefónicos).
¿A qué queremos referirnos?. Por un lado, al casi incomprensible “giro” de Morales, situándose en aquel lugar que (o mucho nos equivocamos y eso sería lo deseable; o estamos “al horno”) lo asocia, quizás demasiado, a los vaivenes gubernamentales que parecen digitarlo todo, no importa que esté vigente o no, la nueva ley de medios.
La indecible promoción de Estela de Carlotto y sus movimientos, por un lado; y la increíble defensa (es eso, no es otra cosa) que ha hecho, en los últimos días, aplaudiendo la ley de matrimonio gay. Y que no venga, ahora, a decir que lo único que hace (su producción es óptima) es, simplemente, estar con la actualidad. No es eso; es un vuelco, lamentable, a la ola kirchnerista que todo lo abarca.
Más en lo lugareño, si se quiere, pero también a propósito de Continental. Este sábado (17), sobre la hora 10, escuchamos el “informa” clásico. Y avanzaron, después, con la apertura de “Conectados” de Guillermo Stronatti, con todos los detalles. Ráfaga y ¡oh sorpresa!, lo que siguió fue el inicio de “Sala de prensa” (edición sabatina). ¿Por qué y para qué?). Es una de las cosas que no alcanza uno a entender. Como lo de Magdalena, que está de lunes a viernes, muy temprano; y que no conforme con eso, va los sábados, un día que es para otra cosa.
Esto del programa que antes iba por los 1080 AM, salvando las distancias, obvio, con lo de Ruiz Guiñazú, está todas las tardes, de lunes a viernes, de 17 a 18; e intenta repetir los sábados, de 10 a 12. ¿Para qué?, no sólo no lo tenemos en claro nosotros, desde afuera; ellos, parece, tampoco, desde adentro. Porque quieren ofrecer algo distinto a lo de la tarde; y sólo repiten lo que ya dijeron durante el resto de la semana.
Esta vez, introdujo el programa Melisa Matrichuk, si se quiere algo de lo más rescatable; pero le dio pie a Guillermo Fidalgo, “el que más sabe”, según lo presentan (habló de las lluvias que se vienen pero que no alcanzarían a paliar el déficit del dique, por el derroche que sigue) pero que en la práctica suele meterse en un “laberinto” en el que no encuentra la salida. Para completarla, dieron la entrada a Joaquín Baridón y éste saludo con un terminante “¡buenas tardes!”, signo inequívoco sobre que ni siquiera ellos alcanzan a digerir como están, con lo mismo, de tarde (5 días) y de mañana (al final de la semana).
Lo que siguió, más de lo mismo. Y ¡cuidado! que no negamos la importancia que tiene el tema de la contaminación; el cuidado del medio ambiente, pero estar siempre con lo mismo “no cierra”. Y seguirla, el sábado, con la psicosis (aún bien justificada) del mal servicio público de transporte de pasajeros, harta ya a todo el vecindario, aún todos aquellos, los más, que demasiado tiene con el cotidiano sufrimiento del incumplimiento de los horarios; las pésimas unidades de algunas líneas; y la amenaza constante de un previsible aumento de las tarifas.
Optamos por lo más razonable. Marcar el “off” en el sistema de la radio; y a disfrutar, estando en la calle, del sol sabatino que por suerte acompañó la mañana. Colofón para este apartado: por suerte, está Bravo (con Leuco); y, lo comentamos semana a semana, antes de “Competencia” (ahí se luce el equipo deportivo de Víctor Hugo), podemos escuchar a Carlos y Cristina, haciendo “Del dicho… al hecho”.
Para que no todo sea en contra. Por C5N, este mismo sábado (entre las 5 y las 6 de la tarde), vimos y escuchamos “Mundo Casella”. Beto no nos gusta, en otras participaciones, pero, nobleza obliga, preguntó con tino, en esa hora. Al punto de hacernos disfrutar de todo lo que dijeron –irreprochables desde todo punto de vista- Angel Cappa y Claudio Borghi, técnicos, nada menos, que de River Plate y Boca Juniors.
Los dos entrevistados, a los que Casella dejó hablar (no como los conductores que “se preguntan y se responden” a sí mismos), se expresaron de tal forma como para aplaudir, en síntesis, ese buen programa. La tienen clara, con muy distinta manera de decir, pero con una seguridad tal que “convencen hasta a las piedras”, aunque para nada sea esa la intención. Hablan, casi sin cuidado podría definirse, con tal naturalidad que no hay otra para pensar: están traduciendo lo que piensan y, en la práctica (como técnicos) hacen lo que piensan. Los resultados son otra cosa… o los imponderables de un juego maravilloso como es el fútbol.
Para el cierre, escuchamos brevemente al “maestro” de la radio lugareña: Néstor Matoso. De la mano de su libretista, que no es otro que Atilio Zanotta, explicó, qué es el cuco. Y si de chicos nos asustaban con él, como bien lo dijo, la definición como “fantasma que da miedo”, no hizo sino que provocar una sonrisa. Como bien merece un sábado. Para lo otro, las pálidas, están los otros cinco días de la semana. ¿Y el domingo?: para prepararse para la que empieza, con la radio encendida o puesta en off, por las bolufrases que abundan.
Hablamos, claro está, de la emisión que llega desde Buenos Aires: inobjetable podría ser el término justo. Salvo que, y ahí entran a tallar los “pero”, que de puro molesto, uno se ponga a buscarle a la cosa algunos detalles.
Entonces, todo no aparece tan diáfano; tan pulcramente “aceitado”. Y ahí saltan los “lunares”, que los hay. ¡ Vaya si están!.
Toda una trayectoria avala a Magdalena Ruiz Guiñazú, sin duda. Pero condicionada por todo aquel marketing que es moneda corriente hoy en día en todos los medios, pierde calidad. Ya no aparece allá arriba, en el podio, porque tanto puede estar sujeta a preanunciar donde se completan cupones para el sorteo de un buen premio (como lo fue tiempo atrás un 0 kilómetro), como a alguna otra promoción de circunstancias, porque la radio (el medio en que trabaja periodísticamente) está en eso… y el “cúmplase” no hace distintos.
Que en ciertas y repetidas ocasiones Víctor Hugo (¡Morales!, obvio, ¿o en quién está pensando usted mientras lee?) se vea obligado a “matear con ‘Piporé’”, hasta que la yerba y la mateada aparezcan más que lavadas, es sólo otra obligación marketinera. Pero…
Sin embargo, no es ese el tema de fondo. También Fernando Bravo, un verdadero “hallazgo” para nosotros, por su solvencia, que ha dejado atrás intervenciones menos sólidas (aunque quizás más rentables, paradójicamente) de otros tiempos, está obligado a algunas concesiones de esa naturaleza. Aparece, aún así, menos condicionado… y para su mejor calificación, le acompaña Alfredo Leuco, que luce con sus comentarios (y así lo ponen de manifiesto las adhesiones que recibe por correo electrónico, sms o los contestadores telefónicos).
¿A qué queremos referirnos?. Por un lado, al casi incomprensible “giro” de Morales, situándose en aquel lugar que (o mucho nos equivocamos y eso sería lo deseable; o estamos “al horno”) lo asocia, quizás demasiado, a los vaivenes gubernamentales que parecen digitarlo todo, no importa que esté vigente o no, la nueva ley de medios.
La indecible promoción de Estela de Carlotto y sus movimientos, por un lado; y la increíble defensa (es eso, no es otra cosa) que ha hecho, en los últimos días, aplaudiendo la ley de matrimonio gay. Y que no venga, ahora, a decir que lo único que hace (su producción es óptima) es, simplemente, estar con la actualidad. No es eso; es un vuelco, lamentable, a la ola kirchnerista que todo lo abarca.
Más en lo lugareño, si se quiere, pero también a propósito de Continental. Este sábado (17), sobre la hora 10, escuchamos el “informa” clásico. Y avanzaron, después, con la apertura de “Conectados” de Guillermo Stronatti, con todos los detalles. Ráfaga y ¡oh sorpresa!, lo que siguió fue el inicio de “Sala de prensa” (edición sabatina). ¿Por qué y para qué?). Es una de las cosas que no alcanza uno a entender. Como lo de Magdalena, que está de lunes a viernes, muy temprano; y que no conforme con eso, va los sábados, un día que es para otra cosa.
Esto del programa que antes iba por los 1080 AM, salvando las distancias, obvio, con lo de Ruiz Guiñazú, está todas las tardes, de lunes a viernes, de 17 a 18; e intenta repetir los sábados, de 10 a 12. ¿Para qué?, no sólo no lo tenemos en claro nosotros, desde afuera; ellos, parece, tampoco, desde adentro. Porque quieren ofrecer algo distinto a lo de la tarde; y sólo repiten lo que ya dijeron durante el resto de la semana.
Esta vez, introdujo el programa Melisa Matrichuk, si se quiere algo de lo más rescatable; pero le dio pie a Guillermo Fidalgo, “el que más sabe”, según lo presentan (habló de las lluvias que se vienen pero que no alcanzarían a paliar el déficit del dique, por el derroche que sigue) pero que en la práctica suele meterse en un “laberinto” en el que no encuentra la salida. Para completarla, dieron la entrada a Joaquín Baridón y éste saludo con un terminante “¡buenas tardes!”, signo inequívoco sobre que ni siquiera ellos alcanzan a digerir como están, con lo mismo, de tarde (5 días) y de mañana (al final de la semana).
Lo que siguió, más de lo mismo. Y ¡cuidado! que no negamos la importancia que tiene el tema de la contaminación; el cuidado del medio ambiente, pero estar siempre con lo mismo “no cierra”. Y seguirla, el sábado, con la psicosis (aún bien justificada) del mal servicio público de transporte de pasajeros, harta ya a todo el vecindario, aún todos aquellos, los más, que demasiado tiene con el cotidiano sufrimiento del incumplimiento de los horarios; las pésimas unidades de algunas líneas; y la amenaza constante de un previsible aumento de las tarifas.
Optamos por lo más razonable. Marcar el “off” en el sistema de la radio; y a disfrutar, estando en la calle, del sol sabatino que por suerte acompañó la mañana. Colofón para este apartado: por suerte, está Bravo (con Leuco); y, lo comentamos semana a semana, antes de “Competencia” (ahí se luce el equipo deportivo de Víctor Hugo), podemos escuchar a Carlos y Cristina, haciendo “Del dicho… al hecho”.
Para que no todo sea en contra. Por C5N, este mismo sábado (entre las 5 y las 6 de la tarde), vimos y escuchamos “Mundo Casella”. Beto no nos gusta, en otras participaciones, pero, nobleza obliga, preguntó con tino, en esa hora. Al punto de hacernos disfrutar de todo lo que dijeron –irreprochables desde todo punto de vista- Angel Cappa y Claudio Borghi, técnicos, nada menos, que de River Plate y Boca Juniors.
Los dos entrevistados, a los que Casella dejó hablar (no como los conductores que “se preguntan y se responden” a sí mismos), se expresaron de tal forma como para aplaudir, en síntesis, ese buen programa. La tienen clara, con muy distinta manera de decir, pero con una seguridad tal que “convencen hasta a las piedras”, aunque para nada sea esa la intención. Hablan, casi sin cuidado podría definirse, con tal naturalidad que no hay otra para pensar: están traduciendo lo que piensan y, en la práctica (como técnicos) hacen lo que piensan. Los resultados son otra cosa… o los imponderables de un juego maravilloso como es el fútbol.
Para el cierre, escuchamos brevemente al “maestro” de la radio lugareña: Néstor Matoso. De la mano de su libretista, que no es otro que Atilio Zanotta, explicó, qué es el cuco. Y si de chicos nos asustaban con él, como bien lo dijo, la definición como “fantasma que da miedo”, no hizo sino que provocar una sonrisa. Como bien merece un sábado. Para lo otro, las pálidas, están los otros cinco días de la semana. ¿Y el domingo?: para prepararse para la que empieza, con la radio encendida o puesta en off, por las bolufrases que abundan.
Comentarios
No nos tornemos por obra y desgracia de una iglesia que semeja la Inquisición, en severos jueces de quienes eligen parejas que nosotros no miraríamos para compartir una alcoba, o la vida.
Cordiales saludos. Mariel Estrada.