DE ENTREVISTADOR A REPORTEADO: VIVENCIAS DE UN ENCUENTRO A MICRÓFONO ABIERTO



Susy Simonetti
Dicen –y por cierto que es absolutamente válido- que hay algunas cosas que no se cambian. La “vieja”, por ejemplo, porque es única e irrepetible para cada quien. Y es bueno expresarlo, en vísperas del Día de la Madre, cuando ya pasaron 14 largos años desde que la nuestra  (Panchita) se fue al cielo bien ganado. También, más en lo que parece ser superficial, pero no tanto, el club de fútbol del que se es hincha. Porque esa pasión se trae desde chico y permanece, intacta, por siempre (aunque por aquí se dé el caso particular de “sentir” tanto a Olimpo, al que seguimos desde hace unos 64 años, poco más o menos; y Racing, predilección que viene desde que uno y otro sólo podían juntarse en algún amistoso).

Seguramente, también, no se modifica, por nada, la actitud frente a la vida. Tema serio, si los hay, porque “arrastra” consecuencias, según sea el criterio adoptado en el arranque del tiempo en que uno debió tomar sus propias decisiones.

De las tres cosas, impensadamente quizás (porque no hubo un entendimiento previo que le quitara naturalidad al momento),  se trató un hecho singular: de entrevistador, uno pasó a ser reporteado.

Ocurrió semanas atrás, en el estudio de Ondas, que sabe de la experiencia de Juan Carlos Filiberto, a quien conocemos desde que por primera vez se nos ocurrió hacer radio y tuvimos que grabar algunas cosas, en tiempos bastante remotos.

Allí se “formalizó” una entrevista que pudo escucharse, este sábado (20), por Continental Bahía Blanca (103.9), al medio día.

No fue algo más. En la mesa, micrófonos disponibles para cada uno, estuvimos junto a Humberto (“Tito”) Iglesias y a “Susy” Simonetti. Ellos preguntaron; uno respondió (y aquí hay que disimular el uso del singular y el plural, porque lo primero es para que se entienda que era un solo el reporteado; y lo segundo porque, al escribir la columna de este blog, utilizamos siempre el “nosotros”).
Tito Iglesias

Tenía algo de particular la grabación, de una hora, que termina de salir al aire. Por un lado, con Susy, fuimos “vecinos” en los tiempos de la niñez y la primera juventud. Ella viviendo en la calle España al 400, casi tocándose con la esquina con Thompson; uno, en el 300 de Thompson precisamente. Es decir “a la vuelta”, como para que, aún siguiendo caminos diferentes, en los estudios y las amistades, supiéramos de que se trata. A Tito, lo encontramos en el principio de los ’70, cuando todavía estudiaba, en su Ingeniero White, y teniendo nosotros una hoja (“Pregón”) dedicada al puerto y su localidad, él empezó a colaborar haciendo sus primeros ensayos. A poco de andar, hicimos “Puerto y zona”, por la desaparecida LU7 (Radio General San Martín), donde casi de inmediato una amplísima producción nos llevó por toda la región.

De Susy seguimos los pasos porque anduvimos (aunque no demasiado) en medios “concurrentes” o en el ejercicio de funciones parecidas. A Tito lo perdimos, por unos años, pero lo reencontramos allá por 1982 cuando tuvimos que ver con la Fiesta de los Estudiantes  aquí; y él integraba la producción de la reconocida Nelly Raimond, en el momento del centenario de la ciudad de La Plata.

He aquí, entonces, ligeramente esbozada, la razón por la cual la entrevista no fue sino un grato reencuentro, por encima de cualquier otro matiz. Y quizás porque uno y otro (él y ella), por un lado; y nosotros, por otro, sabíamos de episodios comunes (protagonizados u objeto de coberturas periodísticas y/o publicitarias), la charla desmenuzó no pocas aristas dignas de ser respondidas con toda la verdad que uno puede exponer acerca de la vida del periodismo de antes y de ahora; la realidad polémica de la ciudad, con sus “claro oscursos”; el transcurrir de largos años como periodista (que suman 55 ya); la vida de relación; la sociedad bahiense; la época dura; los sinsabores y alegrías; la pasión deportiva; y tantas otras cosas que hicieron apasionante la vida.

No es motivo de este comentario emitir opinión sobre sucesos protagonizados o seguidos desde lo periodístico. Si cabe decir que, aún en prieta síntesis, preguntas y respuestas abarcaron un sinfín de temas: la escuela (y el recuerdo de los condiscípulos); el barrio; el deporte de la niñez; los “amigos” del periodismo; el diario y su intimidad allá por los ’60 y ’70; el “exilio” de dos años en el sur; los malos negocios; la crítica postura ante la corporación periodística contemporánea; realidad de la ciudad (antes, ahora y después); o la falta de trascendencia de esta Bahía Blanca, ignorada a nivel nacional.

Se fue la hora, como un suspiro. No sabemos si Susy y Tito, Tito y Susy, disimularon su fastidio… o, realmente, para ellos valió la pena la entrevista. Sólo intentamos dejar patente que nuestra “actitud” ha sido siempre la misma, como aquello dicho al comienzo, pese a las consecuencias. Andando la tarde de este sábado (20), cuando ya Olimpo había trepado a la punta de la Primera B Nacional, algún eco nos dijo que hablar algunas cosas, claramente, no había sido en vano. El programa se titula “Exitistas y exitosos”. ¿Por qué nos habrán invitado?. ¡Off!. 

Luis María Serralunga      

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