¡¡¡MUCHAS PERO MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!
Las
redes sociales son una invitación permanente a buenas horas de ocio.
También,
pueden ser un espacio para reflexiones acertadas sobre los aspectos de la vida
de cada quien; y un muestrario de “graciosos” que a poco de insistir dejan de
ser eso y pasan a ser insoportables, además de groseros.
Tienen
la particularidad de poner en contacto con desconocidos que pasan a ser
“amigos”, en el buen sentido de la expresión.
Tienen
(sobre todo alguna muy usada) la particularidad de decir que uno hizo una invitación
fuera de lugar a quienes conoce desde toda la vida y con quienes no podrá
comunicarse por esa vía.
Hay
algo peor: en algún momento, algún operador de quien nunca se sabrá quien es,
le indicará que tiene prohibido sumar nuevas amistades por una semana o por 30
días; o le cancelará la posibilidad de enviar mensajes. Todo esto último,
claro, sin dar ninguna explicación y sin la opción de consulta alguna, porque avanzar en el intento estará obturado
un sistema arbitrario y unilateral, en el que no hay un “ida y vuelta”.
Sin
embargo, más allá de todo eso, las redes sociales de las que hablamos
permitirán (sobre todo una vez al año) cruzar mensajes y recibir saludos en
profusión. Es que aún aquel “amigo” virtual tomará conocimiento (aunque no
tenga ni la más pálida idea de con quien está entablando una especie de “toma y
traiga”) sobre la fecha de nuestro cumpleaños.
Algo
de eso ocurrió este jueves (21), fecha en la que arribamos a los 72 años de
vida.
Ya
desde principios de la jornada (y alguno se anticipó incluso al día exacto)
recibimos saludos, muchísimos, de propios y extraños. Gratificante, sin duda,
porque el mecanismo ofrece esa alternativa.
Nos
encontramos, así y a lo largo de todo el día, con infinidad de felicitaciones y
buenos augurios. Escuetos, la gran mayoría, como para responderlos con el
consabido “me gusta”. Algo parecido hicimos, hora tras hora.
Aún
así y como no deja de plantearse la posibilidad de un olvido u otro (porque los
mensajes llegaron a través de tres muros) hemos creído oportuno agradecer “a
todos y a todas” la presencia a través de sus envíos. Un “me gusta” global que
aquí plateamos.
Sin
que la enumeración determine exclusión o limitación alguna consideramos
interesante mencionar algunos casos, que no van en desmedro de otros.
Así,
podemos citar el mensaje de Rodolfo (Tessone), a quien no vemos desde décadas
atrás y que, desde España, hizo alusión a su creencia de que éramos algunos
años menores que él. O el de Gabriella
(Lampugnani), compañera de la primaria en los ’50 en la más que centenaria
escuela 5 “Nuestra Señora de la
Merced ”, quien hizo notar que ella, residente en Venezuela,
tuvo su cumpleaños el pasado domingo (17).
Nos
sorprendió el saludo de Rodolfo “Barullo” Garavaglia, fotógrafo periodístico, a
quien conocimos y tratamos casi dos décadas atrás, en un paso (hemos dicho
muchas veces que francamente olvidable)
por un medio gráfico neuquino. Como fue uno de los pocos rescatables de esa
experiencia fallida, no pudo menos que alegrarnos su palabra.
Acostumbrados,
casi sin darnos cuenta, a la rutina del periodismo en el que estamos desde hace
unos 56 años, no nos hemos percatado de la importancia que para otros han
tenido algunas notas. Por nos agradó, sobremanera, que Sergio Germani,
habilidoso futbolista de Fortín Club de Pedro Luro, recordara un testimonio del
que es fue protagonista hace muchísimos años.
Desde
otro ángulo, no dejó de llamarnos la atención que desde la Radio Pública de Viedma
distrajeran un momento para enviarnos su mensaje; o la buena forma elegida por
la gente de “A la cancha” (programa deportivo de Radio Mitre Bahía Blanca) para
llegar hasta nosotros. Tratándose de gente de “fuera de la ciudad”, nos llenó
de gozo el saludo de Antonio De Bernardín, desde Junín de los Andes, así como
fue un placer recibir mensaje escritos por gente del partido de Villarino,
distrito al que nos hemos dedicado por décadas en el trabajo destinamos todo
nuestro esfuerzo desde muy jóvenes.
Se
entremezclaron, durante todo el día, todo tipo de “adhesiones”, por darle
alguna definición (que se sumaron a las recibidas por otras vías) que queremos
reconocer infinitamente. Las redes sociales tienen esa virtud, la de acercar
expresiones de amistad que también forman parte importante de la vida.
¡¡¡Gracias!!!.
Luis María Serralunga
Comentarios